PATOLOGÍA GOTA Y SEUDO GOTA

     

           

La  acumulación de cristales en las articulaciones es la causa de la GOTA y la SEUDO GOTA, caracterizadas por inflamación articular (artritis) y dolor. En ambas enfermedades se acumulan distintos tipos de cristales.

La GOTA es un trastorno caracterizado por ataques repentinos y recidivicantes de artritis muy dolorosa, acusados por la acumulación de cristales de urato monosodico, que se produce en las articulaciones debido a un valor de ácido úrico anormalmente alto en la sangre, (hiperuricemia).

La inflamación articular puede volverse crónica y deformante tras ataques repetidos. Casi el 20% de los afectados de gota desarrollan cálculos renales.

La sangre contiene normalmente una cierta cantidad de ácido úrico ( un subproducto de la descomposición celular), debido a la constante descomposición y formación de células por parte del organismo y también porque los alimentos corrientes contienen precursores del ácido úrico. Los valores de este material de desecho aumentan de forma anormal cuando los riñones no pueden excretarlo en cantidad suficiente del organismo, puede también  producir gran cantidad de ácido úrico, a causa de una anormalidad enzimático hereditaria o de una enfermedad  como el cáncer de la sangre, que se caracteriza por la multiplicación  y destrucción rápida de las células. En algunos tipos de enfermedades del riñón, así como ciertos fármacos, deterioran la capacidad de los riñones para excretar el ácido úrico.

Los ataques de GOTA ( ARTRITIS GOTOSA AGUDA) aparecen de forma repentina. Pueden ser desencadenados por una lesión insignificante, una intervención quirúrgica, el consumo de grandes cantidades de alcohol o de alimentos ricos en proteínas, el cansancio, el estrés emocional o una enfermedad.

 Por lo general, se presentan dolores intensos y repentinos en una o más articulaciones (sobre todo por la noche), que aumentan progresivamente y son, a menudo, insoportables. Las articulaciones y la piel circundante se vuelven roja o púrpura, tirante y brillante, con sensación de calor. Produce mucho dolor al tacto.

El trastorno afecta con mayor frecuencia a las articulaciones de la base de los dedos gordos de los pies, causando un proceso llamado podagra, pero también afecta con frecuencia al empeine, los tobillos, las rodillas, las muñecas los codos y las manos. Los cristales se pueden formar en estas articulaciones situadas periféricamente, debido a que estas son mas frías que la parte central del cuerpo, ya que el riego sanguíneo la mayoría de las veces es deficiente en las zonas mas alejadas del corazón. Ya que los uratos (desechos morbosos o endotoxinas) tienden a la cristalización a bajas temperaturas. Por este motivo los cristales se forman también en las orejas u otros tejidos relativamente fríos. Por otra parte la GOTA afecta en raras ocasiones a la columna vertebral, las caderas o los hombros.

Otros síntomas de la (artritis gotosa) pueden ser fiebre, escalofríos, sensación de malestar general y aceleración de los latidos del corazón (taquicardia. La GOTA tiende a ser más aguda en los individuos que desarrollan los síntomas antes de los 30 años. La GOTA se manifiesta de forma habitual en varones de mediana edad y después de la menopausia en las mujeres.

Los primeros ataques suelen afectar solo a una articulación y durar pocos días. Los síntomas desaparecen de forma gradual en pocos días, se restablece el funcionamiento de la articulación afectada y no aparece ningún síntoma hasta el siguiente ataque. Sin embargo, si la enfermedad progresa, los ataques que no han sido tratados tienen una duración mayor, se manifiestan con mayor frecuencia y afectan a varias articulaciones. Las articulaciones afectadas pueden quedar dañadas de forma permanente.

 

 

 

 Juan José Rodríguez

24/09/01  

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